La Casa de Los Vientos es el preciso equilibrio entre los condicionantes geográficos del lugar, los deseos de los usuarios, la versatilidad programática, la honestidad constructiva y el ajuste económico impuesto por las circunstancias actuales.
El proyecto definitivo de la Casa de Los Vientos surge en 2012 tras desestimar, por razones económicas, un proyecto de mayor envergadura realizado anteriormente. Con el nuevo proyecto era necesario reducir el precio de la obra a 600€/m2 y disminuir la superficie construida manteniendo el programa de necesidades básico de una vivienda de vacaciones para una familia de cuatro miembros de tres generaciones distintas.
El nuevo reto era hacer otro proyecto en el mismo lugar para conseguir una vivienda digna para la misma familia, con el mismo programa y partiendo de un presupuesto tres veces menor al acordado en el proyecto inicial.
El nuevo proyecto se plantea como una respuesta al lugar y a la intención de los usuarios de procurarse un espacio de ocio cómodo y asequible. Para ello se mantuvieron las siguientes máximas en el proyecto y durante la obra:
a. La forma surge a partir de la orientación, de los vientos predominantes y de las vistas existentes en los espacios exteriores.
b. Aceptamos una honestidad constructiva en el proceso.
c. Asumimos la austeridad de medios y encontramos la belleza en lo económico.
El volumen edificado y la geometría de los espacios surgen a partir de la orientación, la lógica de los vientos predominantes y las vistas al mar, el peñón de Gibraltar, Marruecos y las playas de Sotogrande. El resultado es una vivienda de dos plantas mínima y necesaria en el interior con la máxima habitabilidad en el exterior. Se crean así una suerte de porches, terrazas, muros cortavientos y miradores que moldean un volumen con espacios exteriores para ser usados todos los días del año, en función del sentido de Los Vientos.
La planta baja está dedicada al descanso. La alta ofrece dos espacios de disfrute exteriores. Por un lado, la Terraza a Levante ocupa una plataforma horizontal con dos niveles de bancadas y piscina, orientada a SE y protegido, mediante la geometría del volumen edificado en planta primera, del viento de Poniente, predominante, más frío y fuerte en la zona. En el borde norte de esta aparece una pérgola de estructura de acero y cubrición de mimbre que suaviza los vientos del norte y oculta las vistas no deseadas desde y hacia las viviendas colindantes. Por otro lado, la Terraza a Poniente que se sitúa en la cubierta y se protege, mediante un muro cortavientos, del viento de Levante. Desde esta se divisa el Peñon de Gibraltar y Marruecos.
La estructura del edificio se desarrolla a partir de muros de carga de termoarcilla y hormigón armado, ambos vistos en planta baja y reforzada en puntos centrales por pilares de hormigón. El volumen de planta primera es de estructura de hormigón armado en pilares y losa de cubiertas y sus cerramientos, también de termoarcilla, al estar más expuestos a los vientos, se revisten de revoco de mortero hidrófugo de color blanco. La climatología amable de la zona permite utilizar termoarcilla de 29cm de espesor como cerramiento sin refuerzo de aislamiento añadido.
Tanto en interior como en exterior se ha mantenido una clara honestidad en la elección de las soluciones constructivas. La estructura muraria de termoarcilla y hormigón aparece sincera creando un interesante contraste con el acabado liso de la tabiquería interior. El contacto entre materiales, deliberadamente enfatizado, muestra el proceso constructivo como resultado estético final.
Debido a las fuertes limitaciones presupuestarias tanto en el proyecto como en obra se asume un riguroso ejercicio de gestión y seguimiento económico que se integra desde el principio en el proceso creativo de la intervención.